VISTAS ESPECTACULARES DE LA CIUDAD DE GRANADA.


Courtesy of www.AirPano.com

ORCE (Granada)

ORCE (Granada)

VISTAS: PASEO, IGLESIA, CASTILLO Y PLAZA.

VISTAS: PASEO, IGLESIA, CASTILLO Y PLAZA.

VISTA AÉREA DEL PUEBLO

VISTA AÉREA DEL PUEBLO

VÍDEO DE ORCE (ANDALUCIA DIRECTO)

VÍDEO DE ORCE. I

VÍDEO DE ORCE. II

CALENDARIO ORCENSE

VISITAS AHORA

ORIGEN DE LAS VISITAS AL BLOG

martes, 8 de noviembre de 2016

PREGÓN DE LAS FIESTAS DE ORCE 2014.-FRANCISCO ARRÉS GÓMEZ


PREGÓN DE LAS FIESTAS DE ORCE 2014 
(PREGONERO FRANCISCO ARRÉS GÓMEZ).
      FOTO: J.J. CARVAJAL
Muy buenas noches Orcerinos, amigos y visitantes, este que se presenta aquí esta noche seguro que no lo  esperabais,  ni yo tampoco,  porque como sabéis tradicionalmente el pregón lo vienen haciendo personas de Orce o muy arraigadas a este pueblo que  viven fuera, siempre conocidas, queridas, y como no bien recibidas.
No sé si agradecer o no, a nuestro alcalde el que haya tenido la ocurrencia de acordarse de mí, seguro que con esto de la crisis buscaban un personaje con tablas, ¡claro como soy carpintero!  y en vez de buscarlo de fuera, que sea de nuestra cantera y así más barato.
Si me pongo muy nervioso y no lo hago bien, espero que me disculpéis,  puede ser por la falta de costumbre, pero no será por el interés y respeto que tengo hacia vosotros y hacia mi pueblo.
Para mí ha sido sorprendente, emotivo y un gran reto, asumir esta responsabilidad de torear este toro que se me ha brindado en esta plaza tan grande, que ya hay que tener valor y ganas  para hacerlo, pero el que me conoce bien sabe que yo nunca o casi nunca digo que no a nada.
Yo, que no soy de ciencias, ni de letras, ni humorista, como algunos de mis antecesores ¡ah perdón ¡ de letras sí, soy de letras, pero de las que hay que pagar en el banco. Ahora que os cuento yo que estoy todos los días entre vosotros, con lo fácil que hubiera sido decir no que no, con lo agusto que se está ahí sentado mirando el escenario, pero voy a intentar hacerlo de la manera más sencilla  posible.
      FOTO: J.J. CARVAJAL
Creo que casi todo el mundo me conoce, sin duda alguna los residentes de orce, y los  que venís para vacaciones, y fiestas, seguro que me habréis visto por ahí vestido de danzante, o de moro o también de Rey Mago.
 Y si aún así no sabéis quien soy, preguntar por Paco Arrés, Paco el carpintero, Paco el chute, o  el Paquillo  y a todos esos nombres os puedo responder: hijo de Margarita la del tío Paquillo y  de José María el chute (que nos dejó hace  unos años y que donde quiera que esté,  seguro que se siente muy orgulloso de que hoy yo esté aquí).
Nací en el barrio San Antón, un día 4 del 4 del 64, mi día es el día 4 , me casé un 4 de Enero, mi mujer y mi hermana nacieron en el mes 4,  mi hija Cecilia nació en la habitación nº 4, mi hija Sofía nació el 24 del 4, y así podría seguir , os lo aseguro, contándoos muchas más coincidencias con respecto al número 4, hasta el año del pregón que termina en 4, todo mera casualidad pero me persigue el este número, solo falta que me toquen  4 millones de euros.
 El año que  nací fue muy movido, lo de movido lo digo porque fue el año de los terremotos,  y el pasado mes de Junio hizo los 50 años, los mismos que tengo yo y nuestra paisana Milagros, compañera de escuela que nació aquella noche inolvidable,  cuando el pueblo empezó  a temblar , y  de ahí le viene su nombre,  y así continuó bastantes meses , hasta el punto de causar daños materiales en la Iglesia, Castillo, casas , cuevas, y a consecuencia de ello hubo gente que  durante algún tiempo tuvo  que irse a los pueblos de alrededor.
Cuenta mi madre (porque yo tenía tan solo 2 meses) que durante el día lo pasábamos en la cueva, pero con las puertas abiertas y las alarmas encendidas, y por la noche nos sacaba a mi hermana Maruja y a mí, a dormir en las eras, o sea en la calle,  junto con los  demás vecinos del barrio, y así estuvimos durante algún tiempo, porque no paraba de dar réplicas y claro nunca se sabe cuándo van a ser ni cómo van a venir.
Con el tiempo fueron aminorando, y las aguas volvieron a su cauce, aunque alguna vez,  muy de vez en cuando  nos sacuden con el ala muy suavemente.
Para que veáis que estas cosas no pasan solo en la tele.
Entre el barrio San Antón y Rozalay, pasábamos los días cortos y fríos de invierno y los largos y calurosos de verano , donde tenía unos vecinos excepcionales, éramos todos como una familia ,allí las puertas de las casas siempre estaban abiertas, como no recordar a Esperanza y Marchena, este componente del duo copa y dulce, la tía Catalina, Andrés y Pepa, el minas y María, Anita y Juan Antonio,  los Capitos, Pedro y Angustias, Amadeo y su mujer que vivían en la casa que había  en la ermita de San Antón, y cuando pasaban por la puerta la gente que venía de la Alquería y el Margen a vender a los mercados, en burras y mulas, echaban las monedas por las ventana al Santo, y su hijo Miguel y yo nos encargábamos de que de vez en cuando se perdiera alguna monedilla.
En estos barrios como  os decía pase toda mi infancia, allí nos juntábamos mis primos los cacos y sobre todo mi primo Pedro el lechero que era con el que más tiempo pasaba, y todos los vecinos que estábamos allí.(entre ellos Nacho, Esteban, Matías, carriles, Juanjo, Pedro, Chan, Juan Antonio).
 Jugábamos a la ruleta, al hoyo, a chinche monete, también  subíamos al tale a jugar a los pistoleros, o cuando cogíamos aquellas piñas caídas de los pinos que eran nuestro rebaño de ovejas, casi todos los juguetes los fabricábamos nosotros, con latas, cuerdas y palos.
¡Cuánto jugaríamos al futbol en la era del tío Carrasco y la de Pedro el Quinto o encima del llano! que hacíamos campeonatos con los otros barrios.
Tendría muchas anécdotas que contar, recuerdo cuando nos mandaron a mi Pedro y a mí, a por agua al rozalay con la burra del tío Ciriaco, y  cuando subíamos tan tranquilos ya con los cántaros llenos y los dos montados se nos rompió la cincha y  zaf al suelo  y creo que no quedó ningún cántaro vivo.
O cuando se dormía con las abuelas, me dio mi madre dos huevos para que me hiciera esa noche mi abuela una tortilla, me los metí en el bolsillo y salí  corriendo con tal mala suerte que me caí y digo ¡adiós mis huevos! Ya hemos hecho la tortilla.
En este barrio también vi construir el depósito de agua potable que ahora tenemos, y del que hacemos uso, recuerdo como el tío Matías hacía de  porvorista, tiraba los barrenos para arrancar las piedras que había en la cimentación y nos escondíamos en las chimeneas para verlo .
¡Aquello sí que eran medias de seguridad!
También recuerdo cosas menos buenas, cuando a mi tío Ciriaco lo arrastraron las vacas y salió vivo de milagro, o cuando el camión del butano cayó por encima de una cueva al corral de mis abuelos, con la suerte de que no hubo ninguna desgracia ya que el camión iba sin conductor.
Hablando de conductores no puedo olvidar mi profesor particular de autoescuela “EL MINGO” que cuando apenas llegaba con los pies al suelo, él me enseñó en la bici, en la moto y aprovechábamos en tiempos  de las vendimias mis primeros volantazos del coche.
        FOTO: J.J. CARVAJAL
De mis tiempos de escuela recuerdo con cariño Dª Patro, que fue mi primera maestra, en aquellos pupitres plegables de madera de haya,  a Dª Encarnita que me enseñó entre otras cosas a pronunciar bien la “ R “ .Don José María que todas las mañanas le llevaban su tazón de leche con sopas; Don Antonio el de los PARDILLOS MALEANTES Y GOLFOS PLAYEROS; Don Mateo con su estilo particular de fumar ”ducados” en la clase.
Amador  y Leandro junto con Encarnita, que  fueron mis maestros y que actualmente han sido y son de mis hijas y eso me llena de satisfacción.
También como no recordar a mis compañeros de escuela, que en aquellos tiempos éramos bastantes, no como ahora, podría decir todos los nombres  porque hace unos días Amador me entregó el listado de todos los que estábamos, que de ellos la mayoría viven  fuera ,y aprovecho la ocasión para ver si podemos contactar y algún día poder juntarnos.
Recuerdo también los años de la rondalla, aquellas misas de gozos, los villancicos, las serenatas.
Luego el tiempo de estudiante en Huéscar con mis nuevos compañeros y todavía amigos, y como no recordar a mis tíos y primos que todos los medios días los pasaba con ellos a las horas de las comidas. La máquina del bar de Molina que escuchábamos sus canciones antes de coger el transporte por las mañanas.
Durante las tareas de verano siempre ayudaba a mi padre en el campo, recuerdo a mi tío Joaquín y a mi padre haciendo adobes de barro y paja para sus pequeñas construcciones, o al tío Pedro el Ratón haciendo almiares, que recubría con barro para que no se mojara la paja.
Por estas fechas que ya se había segado y acarreado, se trillaba, se metía la paja, el grano, se dormía al raso en la era, y se respiraba el olor del amanecer.
Más tarde llegó nuestra particular revolución industrial agrícola, compró mi padre una segadora y gavilladora, y por lo menos ya  no teníamos que segar a mano .Luego llegó Faustino con su máquina segadora y amarradora, otro avance, después llegó el suave con su cosechadora que iba cayendo el grano  a los sacos y por último llegó la que actualmente conocemos.
También me tocó la época de las pipas, quizá la más productiva que conocemos, recuerdo el camino que seguíamos  para ir a los bancales, la cañada Don Tomás con sus árboles verdes, la cañada de Cadenas, Cañada Don Alvaro, y sobre todo el Marchal donde podías encontrar casi de todo ,una balsa, animales  de todas clases, frutales y sus huertos, todavía me viene al paladar el sabor de aquellos tomates, ¡lo que hacía el agua! Pero sobre todo, lo que mejor tenía era los que allí vivían, Serafina y el tío Sebastián ¡gente buena donde la hubiere!
Recuerdo  los tiempos de la taponera, del tomillo, del  romero, íbamos con las motos mis amigos Torres, Molina y compañía, con lo que ganábamos ya teníamos para la feria y nuestros caprichos.
Por aquellos años nos mudamos a vivir a la calle José Chalud,  donde he pasado toda mi juventud y ahora paso  casi a diario por ahí, ahora en las noches de verano se juntan todos los vecinos a tomar el fresco y hacer su pequeña salsa rosa, que espero disfruten muchos años.
Durante mi juventud vino el centro cultural, la primera televisión en color, los juegos de pin-pon, billar, el teatro con Leandro, que por suerte todavía me da algunos papelillos. Fui ayudante de cine con Amador en dicho centro, y así fueron pasando los años, hasta que un día tuvimos la idea de formar un grupo de música, estuvimos negociando primero con los componentes de Quinto Sistema, y después con nuestros padres para que nos dieran el dinero, que no era poco para aquellos entonces, las negociaciones no fueron fáciles, pero al final convencimos a los padres de Torres, de Antonio el Moli y al mío mismo.
Entonces formamos el grupo Almaida, junto  con Francisco y su hermano Gabriel, en aquellos tiempos yo era el batería, y después de unos años decidí abandonar y centrarme en el trabajo que tengo actualmente.
       FOTO: J.J. CARVAJAL
Así ha ido pasando el tiempo, y ahora estamos como decía nuestro paisano y amigo Angel Malagón:
Estoy en la etapa del burro y ahora lo explicaré, hacía una comparativa entre el ser humano y los animales.
Cuando somos niños: igual que los chotos, saltar y correr.
Cuando somos jóvenes: igual que los toros, fuerza y poder.
Cuando somos mensos jóvenes: igual que el burro, comer, dormir y trabajar.
Y los mayores como  yo, decía él, igual que los cerdos, nada más que gruñir y renegar; y así vamos pasando las etapas de la vida.
He sido partícipe, quizás, de una de las generaciones y de la evolución más grandes, desde refrescarnos y chapucear en la mimbrera a bañarnos en las balsas Piz y Villalobos, hasta llegar a esta piscina tan singular que ahora tenemos.
He visto la instalación del agua potable, el asfaltado de calles, construir las escuelas, el matadero, el salón cultural…. Hemos ganado en infraestructuras pero también hemos perdido otras muy importantes. Somos cómplices de la desertización de nuestra vega, hemos perdido algunos acuíferos y estamos perdiendo lo más importante que es la falta de la población, que poco a poco nos van dejando, los mayores por un lado, y los hijos ya más grandes por otro.
Reflexionar un poco es fácil, mirar nuestras calles principales, esas casas señoriales casi vacías. Nuestros anejos bastantes despoblados, y para que eso no siga aumentando, necesitamos gente joven emprendedora. Lo que queremos es que os vayáis a estudiar fuera, os preparéis, toméis experiencia y seáis capaces de volver algunos a ésta tierra que tanto queremos, con nuevas inquietudes e innovaciones.
Bueno cambiemos de tercio, es tiempo de fiesta, porque no olvidemos que el motivo de estar reunidas tantas  personas no es nada más ni nada menos, que celebrar  las fiestas en honor a nuestra patrona la virgen de los Dolores; y es  por ello que hacen que acudan las gentes por muy lejos que se encuentren  y complicadas que estén las cosas.
Hacen que se reencuentren familias y amigos que desde hace ya tiempo no nos hemos visto, son fiestas que vivimos con mucho entusiasmo desde el más pequeño hasta el más grande.
Los más grandes, porque podemos saborear esa cerveza fresca junto algún familiar o amigo, contándonos las anécdotas e historias que nos han pasado en este largo año que no nos hemos visto.
A los más pequeños, que verdaderamente son ellos los protagonistas, que llevan todo el año esperando la feria y tres o cuatro días antes, se pasan las tardes dando vueltas para allá, para acá, a ver si ven algún feriante asomar, les hace una ilusión enorme cuando los ven venir, ¡A ver si son los coches eléctricos, el tío los líos, la caseta de tiro¡
Como os decía son momentos de dejarnos llevar, dejar atrás los agobios, el estrés, sufrimientos y preocupaciones, que para eso ya tenemos todo el año y vamos a dedicarnos a reír, bailar, jugar, ligar, y disfrutar que creo que el que más y el que menos se lo merece.
No quiero terminar sin hacer alusión e invitaros a nuestras famosas fiestas de invierno, SAN ANTON Y SAN SEBASTIAN, que se celebran en Enero, por la fecha parece que no es muy apetecible, pero os puedo asegurar que son fiestas  que se viven con mucha intensidad y siempre hay una excusa para los que están fuera, venir. Y los que vienen por primera vez, vuelven a repetir.
Ya, nada más. Decir a mi  mujer y a mis hijas que ya pueden dormir tranquilas esta noche, ya que hemos llevado un verano un poco nerviosos, pero al final todos me han apoyado, sobre todo mi mujer, a la que le doy las gracias, y saludar a mis familiares, amigos y pandilla, a la calle Mercedes Ortiz, que llevo casi dieciocho años viviendo en ella. Recordar también a todas las personas queridas que ya no están entre nosotros,  y a todos vosotros un fuerte abrazo  de corazón y agradeceros el haber estado aquí y haberme aguantado.
También quiero tener una mención especial a esa Corporación Municipal y a mi pueblo entero, por este año haber sido su pregonero.

MUCHAS GRACIAS, MUY BUENAS NOCHES Y A DISFRUTAR DE LA FERIA.
       FOTO: J.J. CARVAJAL