Pregonera
por un día.
Buenas noches Orce, buenas noches mujeres y hombres de
Orce, buenas noches Iglesia y Castillo,
buenas noches Plaza Vieja, Puerta del Sol…., para los orcerinos los
lugares adquieren personalidad también, y nos acogen, nos observan en el
devenir del tiempo, que para ellos transcurre mucho, mucho más lento y
relativo, aunando generaciones.
Sin duda estar aquí es un honor y una oportunidad. Voy a
intentar disfrutarla.
Este honor-oportunidad es también una responsabilidad muy grande, pues no sólo me
dirijo a mi pueblo con todas sus variopintas gentes, entre ellas tengo sentados
a amigos, a familia… a mi padre y
también a mis hijos. Hacer el silencio, captar vuestra atención e intentar
contaros lo especial que es haberse criado en un pueblo como Orce y lo que ello
ha podido significar en mi persona y en mi vida no es fácil.
Reflexionar unos cuantos ratos sobre esto, me ha llevado
a algunas certezas que os quiero contar, a ver qué os parecen.
No sé si lo sabía, pero ahora estoy segura de que la Educación es la base del desarrollo del ser
Humano.
Educación con mayúscula y entendiendo
desarrollo humano como vivir bien.
Vivir bien, simplificando, constaría de tres grandes
pilares: Salud, felicidad y dignidad.
Por tanto el desarrollo humano no sólo consiste en la
motivación para adquirir el bienestar físico, sino que incluye la posibilidad
de progresar. Tener un horizonte, un futuro en el que nosotros decidimos, con unas reglas del juego que preservando nuestra
dignidad nos permitan alcanzar esa
felicidad. Casi nada.
Todos somos capaces de aceptar que la educación va más
allá del aprendizaje en la escuela. La educación es algo más amplio, incluye a
la familia, a los vecinos… a toda la comunidad que nos propone valores y
costumbres de convivencia, que van conformando la cultura de una sociedad, de donde bebe el individuo.
La educación en sociedad nos da armas para adaptarnos a
las nuevas situaciones y superar los
avatares de la vida en mejores condiciones de lo que lo haríamos como individuo
en soledad. Para educar a un niño hace falta la tribu entera. Y mirad lo que os
digo, vosotros y vosotras habéis sido mi tribu.
Se dice que somos el resultado de la personalidad recibida (PR), la
personalidad aprendida, y la
personalidad elegida.
- PR
es el capital que recibimos genéticamente de la familia es nuestro temperamento
heredado .Aquí sin poder evitar un toque de vanidad me siento la receptora
de unos abuelos excepcionales y unos padres únicos. Mi abuela Angelina casi no sabía leer,
pero probablemente sea una de las personas más audaces, intuitivas y
lúcidas que he conocido en la toma de decisiones y en su sentido de la vida.
Para mi abuelo Pepe, por el contrario, entregar una lista, escrita con
buena caligrafía y ordenada alfabéticamente en un campo de reclutas los primeros días de la guerra,
unido a su don de gentes, a su afabilidad, a su natural inteligencia
emocional, que podemos llamar educación, lo hicieron convertirse sin afán de poder ni
ambición personal, en comisario político del ejército republicano. En sus
palabras, esa labor consistía en: ‘’hacer que no decayera la moral de la
tropa’’. Y con todo este encadenamiento de ideas a lo mejor esta noche no hago
si no, tomar el testigo de mi abuelo.
Esa predisposición a ayudar,
de mi abuelo, lo metió posteriormente en grandes líos o en experiencias humanas
desoladoras. Fue capaz de sobrevivir al horror de los campos de exterminio
nazis, por la dotación personal y de educación que poseía. Tocó distintos
instrumentos de música, aprendió idiomas y subsistió, la fe en lo bueno de las
personas, la fe en su Virgen de los Dolores que lo acompañó siempre y el
inquebrantable cariño a su amadísima Pilar y a su hijo Pepito le hicieron
aguantar. Nadie como él, después, relativizaba los problemas y disfrutaba de
los pequeños placeres, conversar,
contemplar, sin prisas ni ansiedades innecesarias.
Mi
madre… Isabelita. Hace cinco años que me falta y todavía tengo
arranques de llamarla cuando me pasa algo realmente interesante. Esta noche hubiese opinado sobre la elección
de mis pantalones en vez de vestido. Como dos temperamentos funcionábamos. Y
luego todo le hubiera parecido perfecto, porque ella me creía perfecta.
Isabelita era cariñosa y temperamental.
Inconformista y perfeccionista hasta casi la obsesión, hacia bien todo lo que
tocaba…Tuvo el tesón de obtener su título en oficios artísticos justo el año en
que murió. Y murió plena no sólo por su fe, sus obras le llenaban porque eran
perdurables.
- Sobre
ese potencial recibido desarrollamos nuestra Personalidad aprendida. Esta sería el carácter, los hábitos
afectivos, costumbres y educación que nos da nuestra tribu.
Bueno y que tiene que ver esto con la educación y con
Orce.
Pues tiene que ver, que considero a este pueblo un
semillero de cultivo inestimable en la producción de educación en comunidad. La
educación recibida de manera formal e informal por nuestra familia,
maestros, vecinos… que va más allá de
los logros personales, intelectuales y emocionales de cada uno.
Aquí se propician una suerte de capacidades que nos hacen
mujeres y hombres con inquietud por saber , inconformistas, solidarios,
generosos…
Son elementos muy de Orce en este andamiaje (Le estamos
llamando educación) :
·
El sentido del humor,
inteligente, irónico y casi mordaz…. Aquí nos reímos de nuestra sombra, a veces
se padece , pero sanea el alma
·
La
creatividad en todas las formas de expresión artística,
aquí el que ha querido, ha pintado, ha aprendido música, ha cantado, ha
bailado, ha interpretado, sin complejos….eh, ha hecho cruces, construido
carrozas, monumentos y disfraces, algunos verdaderas obras de arte…otros pues
para reírse y quedarse con el mote.
·
El respeto a los mayores y a las
personas diferentes nos hace integradores en general, homenajeo
aquí a mi tío Miguel… que se sabiéndose distinto encuentra su sitio, sus
palabras o gestos son’’ yo hablar no hablo pero soy pillo’’.
·
La mujer en Orce, si
la mujer es la depositaria y transmisora de la cultura, en Orce creo que goza
de un poder excepcional, pues en los tiempos que corren me atrevo a decir que
está mejor posicionada que el hombre, por su ausencia de pudor a la hora de
seguir aprendiendo a cualquier edad, de buscar actividades gratificantes,
artísticas o lúdicas, fruto quizás de la carencia de siglos. Eso feminiza al pueblo
y lo hace mejor sin duda.
·
Nuestras creencias religiosas no
solo son el color de fondo para la práctica totalidad de nuestras fiestas y
celebraciones.
Más allá de la forma en que cada uno tenga de
relacionarse con Dios, conforman nuestra sana espiritualidad y nuestra manera
de afrontar cuestiones cómo el sufrimiento y la muerte.
·
El gusto por la teatralización o
representación externa de los acontecimientos (ceremoniosos, ritualistas,
solemnes como nadie) . El acompañamiento
y la solidaridad expresados ante la adversidad o las pérdidas son inigualables
y van más allá del mero acto social de los famosos velatorios e interminables
pésames (mi pobre Papanono no hubiera soñado con un entierro de estado de tal
magnitud, como el que recibió las pasadas fiestas de San Antón) me refiero a
cómo se vuelca el pueblo con el dolor del prójimo, contribuyendo sin duda a la
elaboración de un duelo más sano, realista.
Quizás
aquí sea el momento para
agradecer
las muestras de afecto sincero con palabras , sonrisas y
el respeto sin palabras que he sentido en
momentos delicados, que me han tocado vivir en los últimos tiempos. Han
sido un auténtico bálsamo, inigualable a la más cara de las terapias y que una
vez más me llenan de gratitud.
En mi planteamiento y corta exposición de la educación como clave en el desarrollo de
las personas, tengo que sucumbir a la enumeración de personas y lugares o
personas en lugares que pasan por mi mente
como en el tráiler de una película, que suponen el recorrido emocional
infantil - joven, recordado y recreado, que me regocija y ancla a mis orígenes:
·
Marquitos y su perro que me ‘’miraba mal’’,
sentados en su puerta, la tía Mariambel, la Torrentilla, la Quini… la tienda de Pilar la Rerra…
·
Don Juan de Dios… la Primera Comunión; entrar
en el patio del cuartel de la Guardia civil con su perro psicópata
·
Bicicletas, balsas, las hora de la siesta en los caños, las pozas
en la mimbrera (la piscina llegó después), chozas , lectura de TBOs, conversaciones
prohibidas. Mis numerosos primos y primas de todas las edades
Ensayos de la rondalla con el laúd, Don
Antonio el cura incansable, teatros, actuaciones, viaje de estudios, salidas a
otros pueblos ( la tuna como la llamábamos estaba en todo) más ensayos, misas
de gozos, villancicos… Semana Santa… las novenas…. Las misas a las tres de la
madrugada en la plaza en recuerdo y acción de gracias de un terremoto que nadie
de nosotros niños allí, había vivido.
·
y
Amador con nosotros… y más ensayos y la edad del pavo reconcentrada en esas
tardes de invierno… para viajar Fonelas hicimos un durísimo proceso de
selección que ni para Eurovisión), en esa época, como es propio en los pueblos
el tiempo lo marcaban las estaciones la climatología y sus acontecimientos agropecuarios,
domésticos o religiosos , la riadas y la salida de la cimbra con las ‘’nubes’’
de verano… eran por igual apabullantes y divertidas (se podía perder el
esfuerzo de todo un año y eso te hacía
rezar y sacar la cruz de Caravaca)
Tiempo de las matanzas con sus
mecenderos, hacer la mistela, hacer los dulces, blanquear las puertas para el Día del
Señor y estrenar vestido en cuya ejecución tú habías participado… embotellar
·
Y doña Gloria , inolvidable para los que la
disfrutamos o padecimos, incombustible y única en su manera de exigir…y querer
·
Los teatros, se convirtieron en habituales y
esperados .El teatro es una una forma única de representar y jugar a la
realidad y a la vida, esa vida que a
veces no nos gusta , o que queremos
cambiar o que nos asusta, y al sacarla
fuera nos conecta más a ella. Aquí siempre con
compromiso y el humor otra vez. Yo en esa generación de brillantes
actores entre los que destaca el propio señor alcalde o mi prima Mariangustias era
la entregadísima apuntadora, tramoyista o lo que hiciese falta, incondicional
entre bambalinas.
·
Molina de Reina Mora en las fiestas de San
Antón de entonces
·
Mis maestros de la segunda etapa, 6º, 7º, y
8º, doña Loli, don Juan Fdez. Torrecillas, don Leandro Castellar, doña María
Simón, don Amador Cañabate. Exigentes, vocacionales, fuertes y rigurosos, nos
enseñaban todo lo que estábamos dispuestos a aprender y además eran tan jóvenes
que los sentíamos muy cercanos.
Nos
estimulaban a más y nos hacían creer, porque era verdad, que podíamos alcanzar
todo lo que nos propusiésemos.
Y los viajes a Huéscar para ir al
instituto con Tito o Faustino al volante de aquel imposible autobús turquesa y
mi amiga Rosarito la del Pepe el de la Botica, los esfuerzos los desvelos y las
risas
La Banda de música: he tenido la suerte de
suprimir este párrafo gracias al riguroso y apasionado artículo que nuestro querido Antonio Guillén nos ha
regalado en el programa de fiestas y con referencias familiares e históricas
insuperables, que apoyan mi intento de teoría, sobre la prioridad que en este
pueblo nuestro se les da a las artes y la cultura.
Vivir en la calle de los
caños era una diversión asegurada, e imprimía
carácter, las interminables tertulias nocturnas en la calle Palacio en la puerta de Angusticas, con
mi tía Cristeta y Julio…tocaban temas humanos y divinos excesivos para una niña
insomne que no podía dejar de escuchar y que en nada tendrían que envidiar a la
más actual y patentada ‘’la salsa rosa’’
a la que me veo casi obligada a nombrar por petición expresa de Loli la de la
Gabriela.(Espero daros juego en vuestro jugoso programa)
No hace
falta recordar el momento tan difícil por el que estamos pasando los ciudadanos
de este país, en el que tanta gente está viviendo situaciones muy duras y en el
que casi todos nos enfrentamos cada día a la incertidumbre y al desánimo.
Es el
tiempo de los valientes , los
valientes son quienes estando bien informados siendo libres para tomar una
decisión no se someten al pensamiento único imperante.
Claro
diréis vosotros, ¿Qué podemos hacer nosotros frente a ese gran monstruo que lo domina todo y que decide sobre
nuestras vidas desde no se sabe dónde?
Pues
resistir, frente al desánimo y la auto culpa: RESISTENCIA, y resistencia es
sobre todo resistencia mental y moral…. Nosotros tenemos la conciencia tranquila.
·
Resistir es
saber que otras prioridades para la vida de las personas son posibles, es tener
memoria para contarlo a nuestros hijos.
·
Resistir es
cuidar nuestro pueblo, con su cultura, sus costumbres que nos identifican y nos
hacen únicos.
·
Resistir es
hacer cada día nuestra pequeña o gran tarea con la mayor entrega, pues dice el
proverbio africano ’’mucha gente pequeña haciendo cosas pequeñas cambian la faz
de la tierra’’.
·
Resistir es no
olvidar que todos los hombres y mujeres somos iguales y que unos pocos no
pueden poseer y disfrutar lo que sería de todos.
·
Resistir es
criar un huerto, volver a recordar a lo que saben los tomates y los pepinos y
tener la paciencia de esperar a que se críen
·
Resistir es no
movernos por la presión del consumo sin fin, y de poseer más y más cosas que
tan vacios nos dejan, y pararse a ser
más y necesitar menos.
·
Resistir, para
los jóvenes sobre todo, es reinventarse obligarse a formarse e informarse al
máximo, atreverse a arriesgar y a poner
en marcha ideas, tener opiniones contrastadas de los acontecimientos que nos
están tocando vivir y sacar sus propias conclusiones. Sé que lo hacen.
·
Y usando unas palabras de Almudena Granes (que os recuerdo que
estará entre nosotros a final de este mes como sorpresivamente me he encontrado
en el programa), a la que admiro y con las que conecto perfectamente ‘’… el
verano es el tiempo de la felicidad. Apúrenlo. Hay muchas cosas que salen muy
baratas. Una botella de vino para beberla despacio, en casa, al atardecer y
entre amigos. Un buen libro de bolsillo, que proporciona una emoción que dura
más que el vino y que cuesta casi lo mismo (…) Enamorarse es un milagro todavía
más barato, tan caro que, sin embargo no se puede fabricar. Apúrenlo y no
piensen en el invierno que nos espera. Porque nuestros abuelos lo tuvieron
muchísimo peor que nosotros y si no hubieran vivido, si no hubieran sabido
disfrutar de la vida, si no se hubieran enamorado en tiempos atroces, nosotros
no estaríamos aquí. Si existe una cosa que sabemos hacer bien los españoles es
ser pobres. Lo hemos sido casi siempre, pero eso no nos ha hecho más
desgraciados, ni más tristes que a los demás. Seamos felices, porque la
felicidad también es una forma de resistir’’.
Pero
claro para resistir, hay que tener un cuerpo mínimo de conocimientos y
aptitudes que en este pregón hemos llamado educación, es la única inversión que
a largo plazo nos hace autónomos. Pero
es que además, la Educación es un
derecho básico y universal, un pueblo poco
o mal formado es más
impresionable, manipulable y dócil, que curioso que en estos momentos se
cuestione la sostenibilidad de la Educación Pública….
Contenta de
poder expresar en voz alta la congoja que
estos meses nos ha atenazado y que por propia supervivencia a veces nos
hace apagar la radio o la tele.
Gracias
por dejadme esta noche estar con vosotros, por respetad mis opiniones y
concederme este momento de intimidad. Por creer en mí antes o más que yo misma,
ahí está el milagroso poder del grupo frente al individuo otra vez, no sé si he
conseguido trasmitiros o mostraros algo. Yo esta noche me llevo más de lo que
dejo. Reconciliación con la bondad del hombre.
Voy a acabar , trascribiendo una hermosa conversación que tuve con mi
padre hace unos días, al hilo de los terribles incendios que este verano
estamos padeciendo, decía yo: ’’qué lástima, que destrozo, vamos a acabar
con el Planeta … qué desastre….’’,- me
contesta mi padre- ‘’dicen que en realidad el bosque , la naturaleza renace con
más fuerza después de un incendio, que
es un efecto natural y bueno a la larga’’ ’’ eso dicen’’ dije yo, y continúa mi
padre….’’ La lástima es, que nosotros no vivamos al menos 500 años, para poder ver ese renacer
multiplicado, porque tiene que ser una hermosura’’.
Eso es
haber aprendido (de la familia, de los maestros, de la tribu en su conjunto) y
haber optado por ampliar las miras y ver
el todo, sin amargarse o hundirse con
los acontecimientos o desgracias puntuales, ese es mi padre al que le deseo una
larga vida para que pueda ir completando
esa sabiduría natural.
Con este
guiño vitalista y positivo de mi padre os dejo.
Larga
vida, buena vida a Orce y a sus gentes.
VIVA ORCE
Isabel Mª
Navarro López
Orce, 11
de Agosto de 2012.
fotos:Santiago Martínez